miércoles, 19 de diciembre de 2012

Que una despedida no siempre quiere decir que es el final y a veces el final llega sin despedida. Porque los finales terminan con un punto y nosotros tenemos esa tendencia a añadirle dos más. Que cuando dices 'nunca más' puede que acabes volviendo a caer, incluso más de una vez.

"Nunca digas nunca, pero nada es para siempre"

Así es, el 'nunca' se rompe y el 'para siempre' a veces no dura tanto como uno espera. El final puede llegar aún después de promesas de 'para siempre', aún viendo algo como infinito. Los juguetes se rompen, las historias se acaban y las personas se separan, igual que el café se enfría o el humo se disipa. Y los finales llegan. Pero decir que es el fin no implica que lo sea. Después de un supuesto final puede haber más y tal vez el verdadero llegue sin más, sin despedidas, sin un 'adiós' y puede, también, que sea el que más duela, el que no te esperas y al principio te deja una pequeña esperanza que acaba por desaparecer, el final que no te deja una explicación, el que te deja sin una posibilidad de despedirte ni de decir nada.

1 comentario:

  1. Algo termina pero ten por seguro que algo mejor empezara en algun monento y que todo sirve de experiencia y para aprender algo de ello........

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