martes, 19 de febrero de 2013

Perdiendo satélites. Perdiendo tus lunares. Llámale como quieras.


Labios agrietados. Frío. Y no hablo solo del frío del invierno, de la nieve o los vendavales de aire. También está el frío provocado por tu ausencia o ausencia del calor sin tu presencia. Llámale como quieras. El cortante aire del vendaval impregnado de tu perfume que siento tan distante impacta contra mis labios y se sumerge entre las grietas. El frío ha rellenado los huecos que tú deberías ocupar. Se encarga de reemlazarte, pero a mí no me gusta, no se adapta a mí como lo hacía tu cuerpo. Vuelve, por favor, a ocupar mis recovecos que ya te pertenecían. Tenían -y tienen-  tu nombre grabado con la intención de que nadie más pudiera ocuparlos. Pero este puto frío no respeta mis señales, mientras yo tampoco puedo respetarlas ya que me guían los puntos cardinales de mi sistema de referencia, en dirección a tus lunares. Cuántas veces te los habré contado tratando de que la suma me diera un número medianamente grande sin recurrir a inventarlos, pero no había manera, eran escasos. Pocos, pero firmes, como el resultado de nuestra ecuación, que siempre quise que diera dos y no más, solo dos unidos como si de uno se tratase. Perfecto mapa. Perfecto mapa bajo juegos entre mantas. Perfecto mapa para señalar mis puntos de apoyo, los de tu cuerpo. Me servían de indicación. No creas que por ser pocos me perdía entre ellos. Bueno, depende del significado que le des a perderse, porque a veces conseguías que me perdiera momentáneamente. Perdía la noción del espacio y del tiempo, pero a ti no te perdía, eras la causa. Eras mi causa. Eras mi destino. Llámale como quieras. Mi GPS no perdía todos los satélites, se perdía, pero sabía perfectamente dónde estaba el destino. Nunca he tenido buena orientación, pero cielo, si de ti se trataba llegaba a donde fuera. Ahora ya no estás. Bueno, estar estás... Y aunque yo sé llegar a ti y en mi GPS sigues estando como destino hay algo que impide llegar. Pierde satélites, que ahora son los de otra, otra que te cuenta los lunares. Y yo aquí, con mi sistema de referencia averiado, perdiendo el norte, perdiendo el norte y los satélites, perdiendo agua que escapa en forma de lágrimas, perdiendo trozos de mi maltrecho corazón, mientras ella va ganando todo de ti, todo lo que un día creí mío, pero que nunca llegó a serlo. No puedo decir que te haya perdido, ya que como por ahí se dice, no se pierde lo que nunca se tuvo.

domingo, 17 de febrero de 2013

El monstruo de la soledad.








(Dibujos hechos por  Marta Diez, la dueña del blog http://introspectivamentepayasa.blogspot.com.es. Arte extravagante. Simple, pero bello y expresivo.)


Aquella chica cada noche se iba a cama y recordaba las conversaciones que un tiempo atrás tenía con él y esa puta sonrisa tonta que le provocaban, la cual no volvía. Y dolía. Joder si dolía... 

Aquella chica dejó de temer a esos monstruos de debajo de su cama, bueno, no exactamente, en realidad ya no había monstruos, se habían ido por las goteras que caían de su almohada. Sus antiguos vecinos nocturnos habían tenido que trasladarse por inundación. Ya no le temía a los monstruos, por supuesto. Pero el miedo no desaparecía. Parece ser que no hay manera de librarse de él, simplemente es como la energía, que ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Pasó a temerle a la soledad, que al fin y al cabo, una vez que la descubres, te das cuenta de que es algo mucho más fuerte. La soledad también destruye gente y de una forma tremendamente dolorosa. Te destroza y te consume poco a poco, lentamente. De repente todo se había vuelto terriblemente frío. Las mantas, que antes parecían protegerla de los monstruos, como una especie de escudo, no conseguían protegerla contra el frío. Esas mantas que a todos nos han protegido alguna vez de monstruos, asesinos, ladrones, hombres del saco y todo tipo de seres paranormales no hacían que el frío desapareciera. 

A pesar de todo ella era fuerte. Cada vez que salía a la calle vestía su preciosa sonrisa a modo de maquillaje escondiendo su nuevo temor. Siempre había escuchado eso de que cuando estás abajo, tienes la oportunidad de levantarte y demostrar lo que realmente vales a las personas que no creen en ti y con el tiempo consiguió aplicárselo. Decidió que era una buena idea eso de conseguir que la gente que le había hecho daño se quedara con la boca abierta al ver su sonrisa de oreja a oreja.


A menudo las personas de apariencia más dura son las que más han sufrido, las que cada noche tienen que luchar contra sus temores ya que sus mantas no hacen de escudo contra ellos.





"No hay nada de malo en tener miedo, pero por nada del mundo dejes que eso cambie tu forma de ser." (El alucinante mundo de Norman)

miércoles, 6 de febrero de 2013

BEST BLOG


 El blog http://fatlagerff.blogspot.com.es/ me ha concedido el premio Best BlogCon este premio debes conceder el Best Blog a otros 20 blogs con menos de 200 seguidores, y contestar a las siguientes preguntas.


1.- ¿Qué te gusta más cocinar: postres o platos de cucharas?
No soy una brillante cocinera, pero si tengo que escoger prefiero hacer postres, postres de chocolate, he de admitir que es mi debilidad.

2.- ¿Qué es lo más importante para ti en una persona: la personalidad o el físico?
La personalidad, por supuesto. No sirve de nada tener un fabuloso físico si la personalidad es una mierda. Además, la belleza desaparece con los años, la personalidad es lo que queda y lo que realmente marca a la gente.

3.- ¿Cuándo empezaste con el blog?
En agosto de 2012, aunque al principio solo hacía entradas con frases de películas que me gustaban.

4.- ¿Quién fue la persona que te inspiró para empezar en este mundo?
La verdad es que no estoy muy metida en este mundo, pero empecé por empezar, porque siempre me gustó escribir y de vez en cuando me da por ahí, así que decidí empezar a escribir en el blog. Además me gusta la fotografía, así que también lo aprovecharé para poner alguna que otra foto de vez en cuando. Una vez que empecé supongo que mi prima Lucía me animó un poquillo más.

5.- ¿Sueles seguir muchos blogs o te llegan los seguidores por otras personas que te han conocido?
No sigo demasiados de momento, pero cada vez que veo un blog que me gusta empiezo a seguirlo.

6.- ¿Qué te gusta más: cocinar o que te cocinen?
Eso depende del tiempo y la circunstancia.

7.- ¿Comes en casa o en el trabajo?
Todavía no trabajo, así que normalmente en casa y todos los domingos con los abuelos.

8.- ¿Sueles hacer recetas de verduras?
La verdad es que no.

9.- ¿Cuál es tu mejor receta?
Mi receta favorita es la de tarta de galleta, flanín y chocolate. Creo que es el postre más sencillo de hacer y es la tarta que más me gusta.

10.- ¿Qué le pides a una persona para que sea tu amiga?
Supongo que lo más importante es la lealtad y confianza.

11.- ¿Cuál es la mejor película que has visto?
Hay tantas que me gustan... no podría escoger una en concreto. Me gusta El curioso caso de Benjamin Button, Los puentes de Madison, La vida es bella, Desayuno con diamanntes, Sin salida, Pd: te quiero, Infiel, Los fantasmas de mis ex novias, La cruda realidad...


Blogs nominados:

http://elcielonoesparanosotros.blogspot.com.es/
http://anapalaniuk.blogspot.com.es/
(no he podido ver el número de seguidores de estes dos últimos blogs, seguro que más de 200, pero tenía que ponerlos, son increíbles)


Siento mucho poner tan pocos, pero por el momento no conozco demasiados. Un beso y un abrazo a todos.



martes, 5 de febrero de 2013

Natalia jugaba a hockey, le encantaba. Disfrutaba como una enana jugando, incluso viéndolo. El hockey ha traído a su vida parte de sus mejores momentos. Le ha enseñado mucho. Le ha enseñado la fuerza del compañerismo, le ha enseñado lo que es el amor, le ha enseñado a ganar y también a perder. Había aprendido a disfrutar en los partidos desde el primer minuto hasta el último, aunque el marcador fuera completamente en contra. Le ha hecho sentir desde rabia hasta satisfacción, pasando por tensión y orgullo, todo tipo de sentimientos y sensaciones. El hockey ha estado siempre ahí, cuando todo iba mal, cuando nadie era capaz de ayudarla él lo hizo. Es una gran ayuda a veces. Entras en la pista, empiezas a patinar lo más rápido que puedes y sientes como el aire impacta contra tu cara, golpeas la pastilla, olvidas los problemas, te desahogas. Todo esto siempre junto a un equipo que es como una gran familia, como su segunda familia, sus LÓSTREGOS. Este deporte le ha hecho conocer a gente realmente increíble.


















Pero últimamente no tiene mucho tiempo y las circunstancias le habían hecho perder la ilusión, ya no era lo mismo, no le apetecía ir a entrenar. Lo bueno es, que como he dicho, su equipo es como una gran familia y ellos tiran por ella, porque ni ella quiere dejarlo ni ellos que lo deje, ellos la apoyan y la entienden. Poco a poco recupera las ganas. Vuelve a incorporarse con más ganas. De vez en cuando mira las fotos y extraña esos momentos, solo espera poder volver a vivir otros similares cuanto antes. Sueña con jugar, viajar, mejorar y ante todo, disfrutar.

Muchas gracias, gran equipo.